a sentir el suave y puro aroma de tus andadas
he vuelto a saborear la dulce miel de tus fonemas
a eliminar aquellos fatídicos días de tus ausencias
he vuelto palpar tus caricias en las noches y días
a caminar con rumbo cierto y visible en el tiempo
he vuelto a tener identidad viva y soñadora
ARCADIO POLANCO